Pregúntele al carpintero y no perderá ni su orgullo ni su dinero (?)

Había terminado mi trabajo y no sabía que hacer. Estaba sentado en una silla que hice por aburrimiento, cuando de repente empiezo a oír voces interrogativas que me hacen cerrar los ojos con fuerza. Un dolor de cabeza provocado por los nervios del aburrimiento me taladraba la cabeza y, en ese momento, noto la presencia de alguien.

-¿Quieres algo de un humilde carpintero errante como yo? - pregunté sonriendo y con la mano derecha en mi frente con pose dolorida. - Estás de suerte, puesto que me aburro, responderé a todo lo que me digas.

Entra haciendo ruido, molesto porque siente ansiedad (?) de algo que solamente aquella persona puede darle.


-OÍ TÚ, ¡ENTREGA LOS CALIMOCHOS!- Y era una orden-¿dónde los haz puesto? La estrella del boxeo los necesita!

[HAHAHAHAHA te terminaré pidiendo rol sobre calimochos :<(?)]

Miré a mi interlocutor y sonreí, para luego girar la cabeza hacia una mesa cercana en la cual habían varias botellas llenas encima. La sustancia de las botellas era lo que andaba buscando el peliverde.

-Ahí están, recién sacados de la cafetería de Ikea. - dije, al tiempo que recordaba como me infiltré en la empresa para robar bebida sólo para Koyo. - Que no quede ni una gota, o te daré con mi martillo.

Tras mis palabras, dejé ir una sonrisa y pensé en cosas obscenas que incluían sillas y mesas.

-¿El siguiente? - pregunté, puesto que oí ruido detrás de Koyo.

Spoiler:

Por misiones de las que no te cobran por ellas, llegué hasta donde se encontraba un carpintero de Ikea, o lo que fuera, justamente, un peliverde había entrado al mismo lugar pero minutos antes que yo, aunque no sería razón para intimidarme o cualquier cosa.

Me detuve enfrente del carpintero, haciendo una leve reverencia, para pasar a cuestionar mí pregunta.- Me gustaría saber a qué precio dejaría las sillas de capo mafioso. -pregunté seriamente, aunque por dentro me encontraba preocupada, puesto que el Noveno Capo solamente se quejaba de su silla, y que ésta le provocaba dolor de espalda, etc (?)
Mientras esperaba la respuesta el calimocho que se encontraba en una mesa, ¿no era esa una de las bebidas preferidas de Turmeric? (?)

Una joven rubia con lentes se mostró tras pasar por la puerta de la sala donde me encontraba, llegando hasta mí y haciendo una reverencia a la que respondí con una sonrisa.

-¿Sillas de capo mafioso? - pregunté con tono curioso. - Pues, teniendo en cuenta el material y los grabados, además del tiempo de creación, te la puedo vender por 50.750 yenes, claro que, teniendo en cuenta que hablo con una chica armada, podría rebajar el precio a 35.000 yenes.

Mientras hablaba miraba fijamente el bulto sospechoso en el bolsillo de ella, pero más que temer, me puso de buen humor. Siempre me gustaron las mujeres peligrosas.

-¿Más preguntas? - pregunté con algo de emoción al ver que en poco tiempo le preguntaron dos personas.