[FCH] Sexy alumno, torpe tutor

- Wooow, es enorme! Es la primera vez que veo la casa de Dino!- exclamó totalmente sorprendido con la enorme mansión que se alzaba a su alrededor.

Quien le iba a decir a él que acabaria pasando una noche de Halloween en Italia? La invitación habia llegado a su casa hacia ya dos semanas y aunque él sintió cierto temor por tener que viajar en avión y además tan lejos de su casa y cultura, finalmente se vio arrastrado por todos, como siempre. Además, sus amigos y conocidos estaban realmente emocionados y eso le hacia sonreir a él.

"Me alegro de haber venido" pensó con una amplia sonrisa. "Aunque..." se miró el atuendo que llevaba y su expresión cambió a pura frustración y vergüenza "Por qué tengo que dar el cante de esta manera?!!"

Realmente no llevaba un disfraz tan vistoso, pero lo que le molestaba era el significado del disfraz en sí. Traje negro de chaqueta de corte italiano, camisa amarilla y corbata negra. Y por supuesto, el sombrero. Lo peor de todo es que habia sido idea suya decirle a Reborn que podrian ir disfrazados el uno del otro, porque le habia hecho gracia imaginar a su tutor con ropa informal de adolescente. Pero claro, jamás habia imaginado lo incómodos que eran los zapatos elegantes y los tirantes.

Suspiró y se llevó una mano a la patilla improvisada, enredando su dedo en ella distraido y guardando la otra en el bolsillo.

"Bueno, le veré como queria..."se dijo a sí mismo resignado. Luego miró a su alrededor, en busca de Reborn. Él se habia negado a cambiarse en el hotel y ahora se suponia que estaba en el baño, poniéndose su disfraz de Tsuna. "Tarda demasiado... que estará tramando?!" se apuró un poco, con una gota de sudor en la frente. Volteó de nuevo y se encontró de cara con un esqueleto de decoración. "IIIH!"

El susto que se dio afectó a su mascota, que soltó un chillido y salió corriendo también entre la gente.

- Ah, Natsu, vuelve aquí!- exclamó apurado corriendo tras ella, asustándose de vez en cuando con lo que veía.

La mansión de Dino siempre era impresionante de observar, incluso a pesar de haber estado en más de una ocasión en esa enorme casa, Reborn seguía manteniendo la primera impresión cuando la vio.
Una fiesta de Halloween con mafiosos siempre era algo digno de ver, especialmente para Tsuna, es por ello que le insistió casi al punto de golpearle y amenazarle, por suerte no tuvo que llegar a ese extremo, el muchacho acabó accediendo gracias a la insistencia de los demás guardianes, los cuales estaban también invitados a la susodicha fiesta.

Reborn, sintiéndose en la obligación como tutor accedió a ir con él 'disfrazados el uno del otro' la idea en si era bastante chistosa, no podía negarlo, pero en cierto modo ahora que poseía su cuerpo original el colocarse diversos disfraces era un poco vergonzoso, seguramente si aun mantuviese su cuerpo de bebé andaría con el más vergonzoso de los aspectos que Tsuna solía mostrar a los demás. Pero no podía ser en esa ocasión, así que tuvo que buscar la más 'seria', siempre y cuando ir de su pupilo fuese un asunto serio.

Salio de la mansión de los Cavallone, en busca de Tsuna, ya cuando se colocó el 'disfraz'; había acabo por optar por la 'versión' de Tsuna en el Vongola Gear. Bueno, pensó que era lo más adecuado y León y su estupenda habilidad para cambiarse de forma hizo que los X-Gloves rojos casi brillasen con más intensidad que los originales, los cuales a fin y al cabo también provenían de la mascota del hitman. Aprovecho para ir simplemente con una camisa negra simple, fuera del pantalón también negro, algo más ajustado que los que normalmente llevaba.
Su cabello siempre perfectamente peinado hacía atrás, para esta ocasión tuvo que dejarlo estar, es por ello que algún que otro mechón negro se colaba por su rostro.

- No comprenderé como Tsuna puede pelear con algo molestandole en el rostro - se dijo a si mismo después de verse reflejado en un espejo de la mansión después de haberle pedido el favor a Chrome de que crease la ilusión de la llama de la última voluntad que ahora ondeaba en su frente tal como le ocurría al Tsuna original.

Cuando se encontró con el resto de los asistentes a la fiesta pudo oír un pequeño ajetreo que provenía de su derecha, al girarse vio a Natsu, la mascota-caja de su pupilo. Cuando esta pasó por su lado corriendo la atrapó por el cogote, como se agarran a los gatos cuando la madre los transporta, a los pocos segundos vio como su pupilo aparecía, vestido como Reborn solía vestir.

- No te queda tan mal el traje - Dijo al verle con una sonrisilla divertida, entregándole a Tsuna el animal, para que lo tranquilizase.

Por suerte consiguió frenar a tiempo antes de chocarse contra aquel hombre que al principio no reconoció. Abrió la boca dispuesto a darle las gracias cuando se fijó en la llama.

-Reborn! Habiamos acordado que...!- le miró de arriba abajo, sonrojándose ligeramente porque le quedaba demasiado bien aquel estilo y además, por imaginarse a sí mismo en el futuro con un aspecto parecido.

-Yo nunca voy así vestido, no te has disfrazado de Tsuna, te has disfrazado de lo que quieres que sea vomo vongola!-se ofendió un poco tomando a Natsu y acariciándole la cabeza,haciendo que ronroneara un poco como un gato.

Desvió la mirada bastante ofendido por aquello, pero sus ojos se encontraron con los de sus compañeros,que le saludaban animados.

"Basta de dramas, parezco una chica!" se dijo a sí mismo obligándose a sonreir mientras saludaba de regreso.

Tomó aire y lo soltó lentamente. De todas maneras ya no habia nada que hacer. Reborn le habia tomado el pelo una vez más y tendria que lidiar con eso el resto de la noche.

Unas mujeres altas, imponentes y muy encorsetadas se acercaron a ellos de repente. Cuando Tsuna se giró se encontró de cara con sus escotes y se sonrojó al momento, cubriéndose la nariz y dando un paso hacia atrás.

-Disculpenos, caballero, es usted el décimo Vongola amigo del joven Cavallone?-preguntó una de ellas en italiano,pero a Reborn. Tsuna miró hacia otro lado, sintiéndose invisible y resignado con el mundo,pero entonces aquellas dos chicas se colgaron de los brazos de su tutor.-Nos gustaria tanto que nos hablase de usted...

Tsuna apretó los dientes, sorprendido y nervioso. Qué pasaba?! No estarian pensando llevárselo, verdad?! El no podía quedarse solo con toda esa decoración de pesadilla!

Sin pensárlo demasiado avanzó y tomó a Reborn de la camisa. Las mujeres le miraron mal y él tembló ligeramente. Qué hacia ahora?!!

--Eh... scussi,... signora...- dijo con voz dubitativa, intentando recordar aquellas clases de italiano que le habia dado Dino. -Él... essere (estar) con... me?- frunció el ceño y ellas le miraron sin entender bien pero acabaron soltándole. Tsuna abrió los ojos sorprendido y animado. Le habian entendido?! Habia hablado en italiano!!

Pero en cuanto se quedaron a solas de nuevo, o todo lo solos que podian estar en aquel lugar lleno de gente, se dio cuenta de lo que acababa de hacer y se sonrojó más,asustándose y poniendose nervioso por la posible regañina del otro.

Verse asaltado por féminas durante una fiesta no era nada nuevo para el hitman, pero lo nuevo fue el ver que era 'confundido' con su pupilo. La situación solo le hizo reír por lo bajo, incluso con cierta crueldad al ver cuan cínicas podían llegar a ser aquellas mujeres que solo buscaban los beneficios de la mafia.
Cuando estuvo a punto de apartarlas con amabilidad, se vio que Tsuna había adelantado los movimientos antes que él, quedando más que sorprendido ante aquello.

No hizo ningún gesto, solo observó como el castaño manejaba la situación, incluso como hablaba en un italiano algo rudimentario, pero le ponía empeño en ello. Se preguntaba porque no pondría el mismo empeño en otras cosas de su vida diaria.
Cuando quedaron de nuevo solos, con la simple compañía el uno del otro, apoyó su mano en el hombro de Tsuna y se agachó hasta quedar cerca de su oído.

- Gracias, Reborn-san - le susurró en un tono suave que ni por asomo se podía parecer al que usaba su pupilo, pero solo buscaba hacerle enfadar un poquito, sin demasiada maldad, aquella era una noche donde todos debían de disfrutar.
Al separarse rozó sus labios contra la mejilla del menor y acabó por incorporarse, medio sonriendo, mientras se acomodaba aquel cabello que se obligaba a si mismo a llevar desordenado.
Desde luego no se acostumbraría a ese pelo.

- Aunque tu arranque de italiano a dejado bastante que desear, creo que deberemos de incluir algunas clases extras a tus deberes extra escolares - dijo bastante decidido mientras se giraba para comenzar a caminar e ir a la mesa donde repartían las bebidas.

La tensión repentina se podía cortar con un cuchillo o eso sentía el paranoico de Tsuna que como siempre se anticipaba al peor pensamiento, mirando al otro con los dientes apretados y gesto asustado cuando le devolvió la mirada. Reborn se puso frente a él y se creyó muerto. Le puso la mano en el hombro, iba a moriiiiir!!!

Gracias, Reborn-san

El alma ya se le escapaba por la boca cuando recibió aquel susurró que le provocó un fuerte escalofrio. Parpadeó y miró al otro, abrazándose a sí mismo molesto de que le hubiese puesto la piel de gallina, pero ese sentimiento creepy solo se incrementó cuando sintió sus labios. Se puso completamente rojo.

- Y-yo no te hablo así y menos te beso!- se quejó tocandose la mejilla. Miró hacia otro lado intentando mantenerse sereno.- Haces que parezca un pervertido con mi propio tutor...- dejó caer. Y entonces la imagen de él mismo hablándole al otro con aquel tono dulce y dándole besitos invadió su mente y el nerviosismo creció tanto como su sonrojo.

Por suerte Reborn volvió a su estado normal y empezó a criticar su patético italiano, algo que ya se habia esperado, pero...

- Estas loco?!! Si no puedo con el inglés como voy a añadir el italiano?!! Es demasiado complicado para mi!!- se sujetó la cabeza alterado.Por qué siempre tenia que decir esas cosas?! Era un día de fiesta!- No deberiamos hablar de esto ahora... Es la fiesta de Dino-san y no quiero estropearsela.- intentó sonriendo un poco con toda la inocencia que pudo, pero con una gota de sudor en su sien.

Miró a su alrededor, sobresaltándose a veces con algun que otro disfraz y, por muy absurdo que pareciese, con la misma decoración cuando se movia. Pero pronto dio con una mesa con lo que parecian unos canapés de primera.

- Vamos, Reborn! - se entusiasmo tomandole del brazo. Pero después de dos pasos un camarero le frenó.

- Una copa, señores?- preguntó en italiano, acercándoles una bandeja con copas. No lo entendió, pero como no era algo dificil de entender tomó una y sonrió un poco algo incómodo. Cuando el hombre se fue miró el contenido y lo olió. Era vino rosado e hizo una mueca porque parecía fuerte.

"Es que no vio que soy menor de edad?" se preguntó. O acaso los jóvenes italianos ya tomaban?! Y si no tomaba y parecia idiota?! Pero no queria beberse eso, o acabaria vomitando seguro, y si se emborrachaba y hacia el ridiculo seria aun peor!!

- Oh Dios! Por qué he venido?!- se lamentó haciendo un drama por esa tonteria.

Parecía que la fiesta estaba saliendo a pedir de boca, todos los invitados parecían estar divirtiéndose, él mismo estaba pasándolo bastante bien en la compañía de su alumno.

- Deberías de beber, soy responsable de ti, así que se te emborrachas me haré cargo - le djo al ver lo dudoso que se encontraba con aquella copa de vino en la mano.
El Hitman bebió de la suya con tranquilidad, para él, el vino era una bebida suave, que no suponía demasiado para su organismo, pero era consciente de que para el cuerpo de Tsuna era posible que eso fuese una pequeña bomba líquida.
Bueno, si se emborrachaba, no iba a pasar nada, ya le dijo que se haría responsable de lo que ocurriese.

Cuando acabó con su copa, tomó otra y le hizo una señal al castaño para que le siguiese, de aquella clase de fiestas lo que más le gustaba era esos grandes balcones a los que salir cuando el aire se sentía demasiado cargado o cuando uno se agobiaba, tal como Reborn, quien detestaba en cierta forma el mantenerse rodeado de extraños por un lapso de tiempo demasiado largo.
Al llegar al exterior, se apoyó en uno de los soportes de piedra, mientras observaba a los asistentes que allí afuera se encontraban, que eran pocos si se comparaba con la cantidad de personas que había dentro.

- ¿Lo estas pasando bien, Tsuna? - le preguntó a su pupilo, medio sonriendole, intentando ser agradable por una vez. Pues una vez al año no hace daño, o eso decían.

Vale, aquello realmente no sonaba muy responsable por parte de Reborn y además estaba casi seguro de que era una trampa. Quizás queria ver cómo de responsable era él o a lo mejor esperaba que algo realmente absurdo y peligroso como siempre pasara y él, borracho, tuviese que hacerse cargo de la situación. Pero era la casa de Dino, por qué harian algo asi?!

Acabó asintiendo solo y dio un pequeño trago que no le gustó mucho. Se tomaria esa copa y se acabaria el problema; no iba a emborracharse con una sola copa o algo así.

Él aun estaba saboreando aquel sabor fuerte que quemaba su garganta cuando el otro ya habia tomado una segunda copa y se alejaba, haciendole señas para que le siguiera. No tardó en hacerlo, con cuidado de no derramar nada en el suelo y esquivando con torpeza a la gente, hasta que llegó al balcón donde se habia detenido Reborn. Miró con disimulo al interior de nuevo, pensando que aquel era el típico lugar que usaria una pareja para escapar de la multitud y ahora ellos lo estaban acaparando.

La pregunta le sacó de sus pensamientos y bebió de nuevo, nervioso.

- B-bueno...- carraspeó al tragar y miró a los de abajo, sonriendo entonces al ver en ellos las mismas caras que habian puesto sus amigos al llegar.- Sí, supongo que sí lo hago... Espero que Dino-san se lo esté pasando también muy bien- dijo recordando al otro y lo emocionado que hablaba de aquella fiesta que iba a dar.- Me gustaria saludarle pero seguro que está rodeado de mujeres- rio un poco, algo sonrojado al imaginarlo y tomó la copa con las dos manos, tamborileando sobre ella nervioso cuando se acercó más al otro.- Tú te diviertes?- quiso saber. Recordó a las mujeres que le habian agarrado antes y se removió algo, apoyando copa y manos en la barandilla de piedra tambien y dejando la mirada perdida- No hace falta que estés toda la noche conmigo, seguro mucha gente te busca...- dijo con cierta aprensión.