[RETO] Las niñeras del demonio (With Yezzel Breed)

Kadoya Tsukina dijo:
A ver... Nathe te reto a que cuides a un bebe abandonado en la calle!!! Pero como no soportas el llanto del bebe, pides ayuda a la primera persna que se te cruce por la calle XDDDDD

Con las manos enterradas en las bolsas de su chaqueta caminaba tranquilamente a casa. Desde hacia ya unos kilómetros que escuchaba los ladridos y alaridos de los que seguramente serian sus lobos y perros guardianes.
Su mansión quedaba en una colina a unos largos kilómetros del pueblo, y constaba de varias hectáreas llenas de misterio, de donde sus clientes menos recurrentes llegaban.
Había tenido un día tan pesadamente aburrido que llevaba algunas horas considerando que debería de tomarse unas sorpresivas vacaciones para despejarse.
Eso seria lo que haría, llegaría a casa llamaría por un coche al aeropuerto y se iría a Inglaterra o a Transilvania. Lo que saliera primero.
Ya a algunos metros de la entrada a sus terrenos algo le saco de sus pensamientos, frente a su puerta se encontraba una canasta de mimbre con una manta roja tapando su contenido. Arrugo el entrecejo al comprender la situación. Los lobos ladraban con fuerza al otro lado de la reja, desesperados por destruir la cesta, y por otra parte se escuchaban los desesperados gritos de un bebe seguramente de pocos meses de vida. Gruño molesto por el escándalo y pateo suavemente la canasta haciendo que el bebe rodara por la tierra hasta quedar a escasos centímetros de los lobos. Miraba con desprecio al pequeño humano al tiempo que sus ojos se perdían en el brillo de los blancos dientes de sus mascotas, bañados en saliva listos para mutilar y destruir aquel niño.

-Ahh maldición, tiene que ser una broma- Gruño finalmente empujando con el pie al bebe para que quedara en la cesta otra vez –Salgan de aquí- Ordeno a los perros tras dar un fuerte silbido ahuyentándolos.

Tomo la canasta y la cargo en su brazo hasta entrar en la casa donde la dejo caer como una valija inútil y se volvió a centrar en sus ideas.
Sus vacaciones estaban arruinadas y para colmo tendría que encargarse de ese niño. Sentía que por algún motivo podría llegar a ser algún tipo de trampa o algo, y si los del pueblo se enteraran que había dejado morir a un niño… Seria malo para su reputación. Esperaría al otro día para llevarle al hospital o a un orfanato.

Dejando la gran cierra de lado tomo una pierna y la llevo a otro sector para comenzar a quitarle la carne a cuchilladas. Cada golpe era mas violento que el anterior, después de todo el forense estaba furioso por dentro ¿Qué iba a hacer con ese jodido bebe? No tenia tiempo dinero o una vida normal para contratar a una niñera, y tampoco llamaría a una niñera de la mafia solo para que se encargara del puto bebe que había aparecido en la puerta de su casa y que él en un momento de estupidez absoluta había recogido. ¡Claro que no! Quería tirarlo por un barranco, pero si en el pueblo llegaran a enterarse estaría en graves problemas.
Era un gran problema lo viera por donde lo viera.
Gruño furioso nuevamente alzando aquella pierna para golpearla violentamente contra la primera pared que encontró cercana, manchando la superficie de esta con la roja sangre que aun albergaba. El timbre sonó para llamar su atención y luego escucho la voz de cierto detective sexopata. Arrojo la pierna sobre el vertedero y camino hacia donde estaba el resto del cuerpo enterrándole un bisturí en medio del pecho de camino hacia el comunicador. Tecleo con facilidad los comandos de la maquina y ordeno a la seguridad de la casa permitirle el acceso al detective.
No era una solución que estuviera allí, ya que Yezzel Breed era esa clase de hombres que acecinaba cualquier cosa que se metiera en su camino, pero al menos era una distracción.
Tiro los guantes de látex a un cesto que tenia ahí y salio de su morgue cruzando por la entrada donde el bebe aun gritaba en el suelo y lo evadió cruzando la casa hacia el garaje donde recibiría al peliazul.

Le vio bajar del auto con simpleza y tranquilidad y se sintió aliviado de que estuviera allí. Pronto su cuerpo comenzó a emanar calor, para cuando el peliazul llego frente a él estaba totalmente entregado. Miraba con deseo los labios ajenos moviéndose mientras que le comunicaban palabras las cuales se deleitaba de escuchar. Acaricio su pecho con descaro para luego colgarse de su cuello y apegar sus cuerpos.
 
-Es nuestro- Respondió con rapidez escondiendo su rostro en el cuello del mayor –Lo di a luz a noche- Murmuró entre suspiros mordiendo con suavidad su piel –Y tu eres el padre así que hazte cargo-
 
¿Seria el estrés? No… Con estrés o sin él Nathe tenía ganas de Yezzel Breed siempre. No importaba la situación, últimamente, después de que sus encuentros se dieran casualmente de manera bimestral, cada vez que le veía se sentía ansioso por ser poseído por aquel hombre. No había presa en ningún otro lugar que le satisficiera tanto como este policía imbécil.

-Yezz vamos a hacerlo- Gimió aun colgado del cuello del mayor con uno de sus brazos mientras que el otro descaradamente se intentaba colar dentro del pantalón del peliazul para llegar a su hombría

La actitud del sujeto era la de siempre, comportarse como un idiota era fácil si de hecho eras uno, pero aún los sugerentes y atrevidos toques del otro no lograban concentrarlo.
 
-Hablo en serio ¿Desde cuándo te convertiste en un puto pedófilo?- dijo molesto separándose del sujeto, no es que no quisiera arrancarle la ropa y tomarlo ahí mismo en el sucio piso, solo que si algo le molestaba en el mundo era el llanto de los niños, le ponía de un humor de perros, por eso evitaba siempre misiones que involucrasen tener contacto con alguno de ellos, si apenas podía soportar a las personas adultas con su estupidez, los niños pequeños con toda su ignorancia eran algo que no toleraba, y ahora su humor estaba arruinado porque no sabía cómo rayos ese idiota Nathe quería jugar a la casita.
 
-Rayos ese maldito llanto es muy fastidioso- se alejó hacia una retirada pared y tomo un cigarrillo murmurando maldiciones en voz baja, en verdad estaba muy irritado y lo peor era que sus oídos eran tan agudos que una vez captaron aquel llanto no dejaron de sentirlo.
 

-Haz alguna puta cosa- ordeno al menor con irritación, si deseaba tener  un poco de diversión esa noche tal vez ese no era el lugar indicado al fin y al cabo.

Frunció la boca al notar que no era correspondido en absoluto. Por unos momentos pensó que tal vez debía de esforzarse mas. Después de todo había tenido un día pesado y podía no estar usando todos sus encantos. Pero luego las palabras aclararon su mente. Poco le importaba el jodido bebé ahora que tenia al detective de traseros a su disposición, quería sentirse mejor y eso era lo único que le importaba. 
No respondió a la primera pregunta, su mirada se volvió cargada y sus labios se fruncieron enseñado los filosos dientes, estaba realmente molesto ahora. 
¿Por qué mierda se preocupaba tanto por ese bebé? Era solo un puto bebé no tenia por que darle mayor importancia. Esta bien que sus llantos hacían eco por toda la casa pero ¿No podía simplemente ignorarlo? 
Se sintió frío y molesto. Se cruzó de brazos y evito ver al policía al tiempo que este se alejaba de él. No hizo mas que soltar un bufido al escuchar sus quejas y se perdió en sus pensamientos por unos minutos antes de que él otro le ordenara que hiciera algo. 
Entro nuevamente en la casa abriendo la puerta de una patada y camino dando fuertes pisadas hasta donde aquel jodido bebé se encontraba. Por su culpa Yezzel no estaba de humor y cabía la posibilidad de que se fuera de allí y no volviera a verlo en meses solo por culpa de aquel bulto inútil. 
Tomó al bebe en sus manos y rosó su piel con sus afiladas uñas. Seria tan fácil atravesar su garganta con una de ellas y luego volver al peliazul. Pero aquella tentadora idea no duro mas que unos escasos segundos al recordar que había permitido a ese bebé entrar en la casa por su propia reputación así también como por la preocupación de algún tipo de trampa preparada para él. Gruño aun con el bebé en manos y luego lo cargo contra su hombro y lo llevo hacia la cocina en busca de algo de leche que poder darle.

Entibio algo de leche al tiempo que trataba de mecer al niño en sus brazos de manera torpe y se la dio de la única manera que encontró factible, con una cuchara. Una vez alimentado parecía mucho mas calmado, incluso una pequeña sonrisa nació en los labios del forense al ver que la criatura se encontraba tan desesperado por alimentarse. Al fin y al cabo él también era huérfano. 
La manta con la que había llegado el bebé estaba sucia por lo que había optado por quitarse la camisa y envolverlo en ella, ya cuando fuera al piso de arriba encontraría con que otra cosa algo mas decente podría taparlo. Se sintió satisfecho de haber calmado a la pequeña bestia. Le daba nostalgia su propia satisfacción, nunca había tenido esta clase de trato con un bebé, siquiera se acercaba a ellos a menos de que estuvieran muertos o estuviera por matarlos... Cosa que no sucedía muy a menudo.

-¿Vas a quedarte afuera como un imbécil?- Grito hacia la puerta del garage cuando se disponía a subir las escaleras hacia la planta alta para poder arropar correctamente al niño, claro no sin antes taparle el oído mas cercano a su boca con una mano.

Había subido las escaleras por inercia, aún pensativo de donde lo dejaría o mejor dicho donde seria correcto dejarlo, ¿Uno de los cuartos de invitados? ¿O tal vez su propio cuarto para poder vigilarle? No le gustaba mucho la segunda opción. Apretó los filosos dientes imaginando al bebé llorar por el ruido de los gemidos y al detective enviándolo al demonio dejándolo a medias.
Al llegar a lo alto de las escaleras tubo una pequeña y tal vez útil idea. Tras escuchar las palabras del peliazul no hizo más que responder un

-Ah, espera ahí-

Apresurado dejó al bebé en una de las habitaciones de invitados, cercana a su cuarto y lo envolvió y rodeo de las mantas que habían en un mueble dejándolo en el centro de la cama matrimonial sin posibilidades de caer. Corrió aún sin nada puesto en el torso hasta el detective y le paso por al lado tomándolo consigo.

-No seas estúpido- Respondió tardíamente al anterior comentario de este -¿Dudas de mis habilidades para engatusar a las personas?- Cuestiono sonriente arrastrando consigo al detective -Ven ¿Que tal si tomamos unas copas?- Propuso caminando a largos y dificultosos pasos ya que arrastraba consigo al mayor -Te ves cansado bebamos algo- Agrego buscando convencerlo con tonterías

Ese había sido el pequeño plan que se le había ocurrido, podía fallar claramente, pero de funcionar lograría que el contrario bebiera lo suficiente como para jugar con él y no disgustarse mucho si el bebé les interrumpía.