Amigo secreto (Para Reborn)

por Invitado 23/12/2009, 8:04 am

Pues por problemas debo colgar el regalo antes (fecha cuala me dijo Squalo n.n) y pues es para Reborn, solo espero que te guste ;)

Título: Noche profunda
Word: 3 hojas

Llevaba tiempo –por no decir años- persiguiendo a Reborn para matarle, pero siempre acababa dejándome en ridículo delante de todos… ¡Que rabia me daba aquello! Pero ya pasó 20 años de aquello… Ahora él ya no está… Vivo o muerto, no lo sé, pero lo que nunca olvidaré fue el último día en que le vi y pude escuchar aquella voz que tanto me gustaba, aunque no quisiera admitirlo.

Y aún recuerdo aquel día como si fuera ayer…

Yo solo tenía 15 años. Era invierno y nevaba cautelosamente, en medio de la nieve estaba yo, bien abrigado con mí abrigo de vaca. Caminaba solo y congelado de frío, teniendo la nariz roja por aquello. Mientras caminaba y alzando la vista, vi de lejos a Reborn, quien parecía encaminarse hacia su casa. Al verle, mi corazón dio un fuerte latido y mis pies empezaron a caminar silenciosamente, siguiéndole.
Caminaba lento y silenciosamente detrás de él, que parecía no percatarse de que le seguía, pero al ver como abría la puerta de su casa solo pude suspirar y me girarme dispuesto a irme, hasta que escuché su voz grave hablarme preguntándome si no iba a entrar a su casa.

Al oír aquello me puse tenso, medio girándome y así ver como estaba apoyado en la puerta de brazos cruzados. Vi como sonríe de medio lado entrando por completo a la casa dejando la puerta abierta, esperando a que entrara. Por aquello me puse nervioso pero, tragando saliva decidí introducirme a la casa mientras cerraba la puerta tras de mí.

Al entrar vi como la casa era inmensa y además, no veía a Reborn por ningún sitio. Me introducí un poco más hasta llegar a la sala de estar, donde vi a Reborn sentado en el sofá. Su sombrero tapaba por completo sus ojos y en su rostro se podía dibujar una sonrisa algo irónica.
Al verle me puse realmente nervioso y, mientras me quitaba la chaqueta, me sentaba a su lado por invitación de él. Ambos nos quedamos en silencio y eso me ponía nervioso, además de que se notaba ya que temblaba como una hoja.

De pronto sentí la mano de Reborn sobre la mía, cosa que me tensó aún más y por instinto le miré asustado, viendo como se iba acercando a mí hasta rozar mis labios, cuales aparto al mirar a un lado. Por aquello, el rubor subía a mis mejillas, pero aún más al notar como Reborn me tumbaba al sofá y se ponía sobre mí, viendo como se quitaba la chaqueta.
Nervioso, le pregunté que hacía mientras que él solo me sonrió picaramente acercándose a mi cuello, cual besa apasionadamente. Un leve gemido se escapa de entre mis labios, que enseguida quise quitármelo de encima, pero atrapa mis muñecas en una sola mano mientras que con su otra mano empezaba a desabrochar mi camisa.

Cada botón que desabrochaba, con sus yemas de los dedos iba rozando mi piel, cual se iba erizando por el contacto de sus deseosos dedos, que tan en el fondo de mi corazón deseaba que me rozaran. Los besos sobre mi cuello iba en aumento dejando escapar algún que otro leve gemido saliendo de mis delicados labios. Entre cada gemido que conseguía escapar, una sonrisa de victoria se dibujaba en el rostro de él mientras que a mi, solo podía ruborizarme fuertemente por la vergüenza.

Cuando acaba de desabrochar la camisa, noto como sus manos se dirigen hacia mis hombros, así bajar la camisa lentamente acariciando mis brazos mientras se arrimaba a mí, profundizando los besos en mi cuello. Cada beso que dejaba mis labios salía un suspiro de excitación. Noto como los besos y caricias se detienen, así que avergonzado, miré a Reborn, viendo como se sentaba sonriéndome. Me puse nervioso, más al ver sus manos acariciando mi torso fugazmente y desabrochando el botón de mi pantalón, mientras que arrima una pierna suya hacia mi intimidad, haciendo que ahí se despertara algo.

Aparté la mirada avergonzado, más al notar como introducía una mano en mi pantalón acariciando mi intimidad sobre la ropa interior. Arqueé la espalda tapando la boca con mi mano, intentando ahogar los leves gemidos que salían de entre ellos. Cuando le miraba de reojo podía ver como sonreía irónicamente empezando a quitarme lentamente los pantalones, acariciando mis pálidas piernas mientras que él bajaba, besaba mi torso y abdomen. Entre aquellos besos suaves, de mis labios salía un suspiro de alivio y satisfacción para después volverse en excitación al notar como esos delicados besos se volvían en suaves mordiscos y su lengua, de vez en cuando, se pasaba sobre mi piel erizada.

Al arrebatarme del todo los pantalones, quedé solamente con la ropa interior. Por eso, él se me quedó viendo, parando sus caricias y besos, observándome. Estaba realmente avergonzado, pero por instinto le agarré de la camisa suavemente tirando de él hacia mí, así besando sus labios mientras que de un momento a otro, por mi excitación le arrebaté la camisa paseando mis manos por su perfecto torso. Aquello lo sorprendió, lo se por qué sus manos temblaron por un corto momento, que enseguida volvieron a lo suyo mientras me correspondía el beso y se iba poniendo entre mis piernas.

Acarició fugazmente mi cadera mientras que su otra mano se dirige a mi pecho, acariciando un pezón rompiendo el beso y así, dirigir sus finos labios hacia el otro y morderlo suavemente. Por aquello, no pude evitar arquear una y otra vez la espalda a la vez que cerraba los ojos gustosamente por aquello. De mis labios salían suspiros de satisfacción y fuertes gemidos de excitación que iban en aumento y, sin evitarlo, me abracé a su espalda acercándolo más a mí. Notaba como iba perdiendo poco a poco la cordura, ya que quería sentir obsesivamente sus besos en mi piel y sus caricias sobre mí. Le pedí y exclamé que no se detuviera, más al notar como su mano libre me quitaba la última prenda y así, dejándome totalmente desnudo ante él.
Su mano ocupada dejó mi pecho para bajar suavemente por mi abdomen hasta llegar a mi intimidad, cual roza, dejando los besos y mirándome de reojo.

Lo miré avergonzado, pero al asentir levemente lo abracé más a mí mientras me escondía en su cuello. Noté como apoya su cabeza sobre la mía y empezó a acariciar mi intimidad mientras me abrazaba suavemente con un brazo. Para no gemir, empecé a besar tímidamente su cuello, que aunque fueran tímidos, conseguí que su piel se erizara, volviéndome algo más atrevido, así llegando a morder levemente su cuello manteniendo mis manos nerviosas alrededor de su cuello y, notando que por mis leves mordidas él aumentaba las caricias de mi miembro, así consiguiendo que se despertara del todo.

Una sonrisa victoriosa se dibuja en el rostro de él, así agarrando suavemente una de mis manos y dirigirla a la bragueta de su pantalón, incitándome a que siguiera sus indicaciones. Asentí nervioso mirando de reojo y, con las manos temblorosas, bajé su bragueta y ropa interior para así sacar su intimidad y bajar mi rostro hacia ahí. Empecé a pasar mi lengua delineando por ahí, consiguiendo que se ruborizara suavemente. Sonreí y las tímidas lamidas se volvieron en atrevidos, ya que a medida que lo hacía conseguí despertarlo y unos fuertes gemidos por parte de él. Al momento noto como me acaricia el rostro para elevarla, indicándome que me sentara sobre él; solo obedecí y enseguida empezó a penetrarme lentamente.

Al notarle dentro de mí alcé la vista soltando un fuerte gemido agarrándome de sus hombros, que sin querer le clavé las uñas sobre su piel. Otra sonrisa se escapa de entre sus labios, así agarrarme de la cintura y seguir con las penetraciones mientras que besaba mi pecho como anteriormente. A cada penetración mis gemidos iban a mayor grado, así que me escondí en su cuello avergonzado por oír mis propios gemidos.
Me abracé bien firmemente a él, hasta que escuchó su voz en mi oído, notando su aliento, diciéndome entrecortadamente que no aguantaba más; que diciendo eso, noté como acababa dentro de mí, así soltando un último pero fuerte gemido que, cansado, me tumbé sobre él casi sin poder abrir los ojos.

Pude ver una sonrisa satisfactoria de él, pero de pronto me pone su sombrero sobre mí, susurrándome que durmiera tranquilo. Aquella voz tan serena y tranquila me hizo sentir bien, así que sin darme cuenta, ya estaba durmiendo entre sus brazos.

Dormí como un ángel por así decirlo, pero al despertarme al día siguiente, solo me topé con una chaqueta tapándome y el sombrero en mi cabeza. Soñoliento, pasé mi mano por mi lado como buscándole, pero no estaba, solo su sombrero y chaqueta. Por aquello, me levanté enseguida mirando a mí alrededor, aún estando en su casa obviamente…
Me paseé por su casa y no estaba, empecé a preocuparme así que vistiéndome de cualquier manera salí corriendo de su casa y buscarle por todas las calles posibles, pero no había rastro alguno de él… Ni siquiera de los otros Arcobalenos…
Al cabo de dos años buscándole sin descanso alguno, Yamamoto me dio la mala noticia de que no volvería… De que tal vez había muerto. Por eso caí en gran depresión, que hasta el día de hoy, sigo guardando su sombrero y con una pequeña esperanza, queriendo volver a encontrarme con él.

Amigo secreto (Para Reborn) Thump_3764936lr

Pues perdona si el final es realmente apresurado o el fic demasiado corto o extraño, pero no sabía que escribir n.nU aún así espero que te haya agradado.